Recientemente visité el equipo off-shore de Criteo en Vietnam. El propósito de la visita era entrenar al equipo en técnicas ágiles. Como soy un fanático de usar juegos para enseñar, tenía un surtido de juegos preparados para ellos. Uno de ellos es el archi-conocido Marshmallow Challenge. Aunque yo normalmente lo llamo Spaghetti Challenge para que no puedan encontrarlo por internet y arruinar el ejercicio.Ya que estaba viajando desde París y me gusta viajar ligero de equipaje, les pedí que compraran la mayoría del material necesario para los ejercicios. Una de las cosas que les pedí que compraran eran los espaguetis. Menuda mi sorpresa cuando llegué y vi que habían comprado fideos chinos, que son mucho más gordos y resistentes.Tuve que improvisar, ya que los fideos iban a aguantar fácilmente el peso de la nube (marshmallow), fastidiando la idea original del ejercicio: enseñar las ventajas de testeo continuo y diseño evolutivo. Lo primero que hice fue cambiar la nube por algo más pesado y menos sabroso: un pedazo de baguet francesa. Aún yasí, todos los equipos consiguieron construir un prototipo funcional al final de los 25 minutos, sin importar lo malo que fuera su diseño.
Tuve que improvisar un poco más. Al haberles dicho que el ejercicio estaba diseñado para aprender diseño evolutivo, en la segunda ronda les pedí que, en vez de empezar de cero, volvieran a trabajar sobre la torre para hacerla más alta. Para ello les volví a dar exactamente la misma cantidad de material que en la primera ronda. Algunas de las torres empezaron a ser montañas de parches, pero aún y así todas aguantaron el peso del pan.
La improvisación final fue añadir una tercera ronda en la que les pedí lo mismo que en la anterior. No obstante, esta vez les di materiales ilimitados. La mayoría de los grupos consiguieron hacer la torre un poco más alta, aunque esta vez era a base de parches y cantidades ingentes de celo.



The noodle challenge